domingo, 23 de agosto de 2015

Mujer despliega tus alas

Por Denis María Reyes



Sin un análisis previo y profundo cualquiera diría que la mujer siempre ha estado en su pedestal, sin embargo, mi opinión es que nunca ha sido así, pues eternamente ha llevado sobre sus hombros el fardo más pesado. En el hogar y en el conjunto de actividades de la Sociedad, pues además de laborar al par de los hombres, incluso, en algunos países, aún son menor remuneradas.

En la antigüedad imperó el matriarcado, no, precisamente, para su reinado, sino para trabajar tanto en los campos como en la casa; y por supuesto, en la crianza de los hijos, en lo que siempre ha tenido la mayor responsabilidad, incluidos los dulces, pero difíciles 9 meses que los tiene en su vientre. Luego, además, sería convertida en objeto sexual, más no para su disfrute, sino para el goce, a su albedrío, del género masculino.

Hoy, en más de una nación -muchas de las veces, por necesidad de éstas- las féminas son explotadas sexualmente o maltratadas, de lo que no culpo solamente a los hombres y a esas sociedades, pues en ello, tiene una gran responsabilidad la propia mujer, ya que pocas desconocen sus derechos y poseen inteligencia y capacidad física igual, y en ocasiones superior, a la del llamado sexo fuerte.


En Cuba, por siglos, con procederes hacia la mujer nada diferente a otras regiones del mundo, al triunfar la Revolución en 1959, ésta se dio a la tarea de situarla en el pedestal que les correspondía. Es en ese empeño que el 23 de agosto de 1960 crea la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) cuyo principal objetivo era unirlas en la justa lucha por su plena igualdad.


La batalla ha sido ardua, y aún quedan vestigios de un “machismo” que las propias mujeres permiten, aún cuando el Estado cubano las formó en el campo de las ciencias, la técnica, el deporte, las artes, la filología, las humanidades, concediéndoles las mismas posibilidades de estudios que a los hombres; a la vez que las integró a cuántos puestos de trabajo fueron capaces de ejecutar.


Con la Revolución del 59 la mujer cubana aprendió a defenderse y aunque muchas llevan casi solas el cuidado del hogar, además de sus tareas laborales, no hay tarea por difícil que sea que ésta no ejecute y le sea pagada en igualdad de condiciones.


Aún existen algunas féminas sujetas a la opresión de sus cónyuges, eso, debido su propia decisión, pues las leyes estatales cubanas las protegen ante cualquier acto de discriminación, abuso sexual o violencia, de la misma manera que iguala, al de los hombres, todos sus derechos como seres humanos, pues solamente son diferentes entre sí, por su género.


El 23 de agosto de 1960 la mujer cubana comenzó el despegue hacia un futuro de igualdad e inclusión social que ha hecho de ella un complemento esencial para avanzar junto al hombre hacia un futuro próspero para Cuba y para la humanidad; y digo humanidad, porque las profesionales cubanas, igual, han llevado su aprendizaje y sabiduría a todas las latitudes del mundo.


Nuestro Apóstol José Martí dijo que a la mujer no falta “capacidad alguna de las que posee el hombre...”. Nunca olvides eso, mujer, y despliega tus alas por tu emancipación total.

23/8/15

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