domingo, 12 de julio de 2015

Luces de esperanza por ese futuro mejor

Por Denis María Reyes
Aunque sigo pensando que el actuar de los hombres aún está lejos de lo razonable, al menos algunos se esfuerzan y encaminan los pasos hacia la materialización de acciones esperanzadoras, que si bien es cierto aún están lejos de lo que es preciso hacer, a pesar de eso, ya se piensa con más acierto sobre lo que es mejor para este portentoso mundo.

Este lapso, 2015, ha sido declarado por las Naciones Unidas, ONU, Año de Acción Global para un Futuro mejor, en tanto la propia organización mundial, igual lo denominó “Año Internacional de la Luz y las tecnologías Ópticas”, acción que lidera la UNESCO y son señales de que se está pensando mancomunadamente en actitudes de buena voluntad para salvar, o al menos airear, el sofocante ambiente contemporáneo. Son luces de esperanza por el hoy y el mañana.

Por ese futuro mejor que queremos, la primera de las acciones procura conseguir paz y estabilidad económicas y social para esta convulsa humanidad, en la que día a día, sufren más las consecuencias de los descalabro financieros, sociales y medio ambientales, las clases empobrecidas.

Somos nosotros y no otros, los que con un desarrollo sostenible, ajustado a las necesidades elementales de los hombres, y sin sobre-explotación de los recursos naturales, unidos y trabajando armónicamente y sin ambiciones usureras, podemos y debemos salvar el presente y el futuro; pero para eso, tal y como lo hizo América Latina y el Caribe en su zona, el mundo entero tiene que ser declarado UNA ZONA DE PAZ, donde el primer objetivo sea cuidarlo, que es lo mismo que decir proteger lo más importante: la vida.

Con esa finalidad la organización rectora trabajará –según se ha proyectado- en la promoción de soluciones tecnológicas, globales, que, basados en la luz garanticen la educación, la salud, la agricultura y la energía de una manera inteligente, en lo que jugará un papel importante el aprovechamiento de la luz solar, entre otros, y el racionamiento del uso de la luz eléctrica.

En este año hay organizaciones y países que se han pronunciado también por una vida mejor para los niños y adolescentes, dentro de los que -según estudios de UNICEF y la UNESCO- más de 120 millones no pueden acceder a la educación, problema que no alcanza a los niños cubanos, pues aquí, la instrucción llega a los más recónditos lugares de la nación, aunque sea nada más que para formar a uno sólo de sus niños.

Realizado en Australia por primera vez en 2007, este año, se celebró a nivel universal “La hora del Planeta”, acción ambientalista encaminada a inclinar las miradas hacia el cambio climático. Y de la misma manera, con cada vez mayor frecuencia, en casi todos los países crece la lucha y la conciencia dirigidas a protegerlo. En ese andar nos acercamos a la conferencia de París, a celebrarse el próximo diciembre, donde habrá un nuevo pacto vinculante y en el que, a pesar de algunas decepciones de cumbres anteriores, la gente ve nuevas luces esperanzadoras.

Lento, pero el mundo se mueve en pro de ese futuro mejor que soñamos.

Son las luces que nos salvarán del eclipse total.
12/06/15

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