Por Denis María Reyes
Aún no
hay definición sobre si existen o no límites en el Universo; ni a dónde iríamos
a parar si fuese finito ese complicado todo que abarca espacio, tiempo, todas
las formas de la materia, la energía, las
leyes y las constantes físicas que lo gobiernan… pero lo que sí sé -y pienso no
equivocarme- es que, cuando no dominamos la voluntad, llegamos al borde, caemos
y el fracaso es irreversible.
Las
drogas prohibidas ¡esas nunca han de tener ni principio ni fin! como no lo tuvo
el Universo, según algunos de los teóricos; pero las otras, las aceptadas, si las
consumes y no conoces tu límite, te convertirán en un desecho humano, o cuando menos,
en uno de esos que nada más inspiran lástima. Eso es, si antes, la intoxicación
no te mata súbitamente.
Todo el
cuerpo es dañado por los efectos del alcohol: El cerebro, los tejidos, el
sistema inmune del organismo; éste, provoca accidentes cerebro-vasculares, lesiona
las mucosas de la boca, de la garganta, el hígado, el estómago y es el causante
de innumerables afecciones más.
Al extralimitarte
pierdes, en primer lugar, la salud, luego la familia, el hogar, el trabajo, el respeto,
la estimación de la sociedad y hasta la energía para enfrentar las labores cotidiana.
El alcohólico no es capaz ni de sostener la palabra empeñada, actitud resultante
de la propia adicción.
Los
adeptos el tabaco o a los cigarrillos, igualmente perjudican su salud. Existen
–según
los estudiosos del tema- más de 25 grupos de enfermedades causadas por el
tabaquismo, como resultado de algunas de las tantas sustancias químicas dañinas
(250) contenidas en el humo de los puros, de las cuales, 69 causan cáncer.
Los
adictos al cigarro -igual que los alcoholizados- pueden enfermar sus pulmones, el esófago, la garganta, la laringe,
la boca, los riñones u otros órganos, e igual, tempranamente, llegan a un mismo
final: la muerte.
Algunas personas rechazan las alertas sobre la gravedad de las adicciones aduciendo que otras mueren igual por la terrible enfermedad y ni fumaban, ni ingerían bebidas alcohólicas, pero –advierto- no todos tienen la misma suerte.
Amigos, no
se puede rebasar el límite ni en el amor; y es que se ama, mientras nos aman.
El amor es un estado psicológico –opino
atrevidamente- que podemos manejar al antojo ¿Por qué no? No puede convertirse
en algo enfermizo, perjudicial para la pareja y la salud psíquica, pues ¿quién
no sabe que tras un desengaño el amor siempre vuelve a florecer?
El carácter
es primordial para vencer los yerros, las angustias, el dolor, pero jamás el alivio estará en algo que, por el
contrario, ahondará las heridas. La solución está, primero en obrar con madurez
ante cualquier dificultad, rehusando el consumo de drogas, o si ya la
enfermedad es evidente, asumirla y auxiliarnos en las instituciones para
adeptos.
Según
algunos estudiosos, el Universo observable puede ser una parte muy pequeña del Cosmos
“entero”, de la misma manera que tu Mundo será, si quisieses, tan amplio como ese
todo insondable ¿Por qué entonces ceñir la solución de tus problemas a la ingestión
de contenidos tan dañinos a la salud?
Es que, si tu voluntad es frágil, cruzarás el límite e ineludiblemente caerás en el abismo.
Es que, si tu voluntad es frágil, cruzarás el límite e ineludiblemente caerás en el abismo.
18/04/12
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