lunes, 3 de octubre de 2011

Día Mundial del Hábitat


 Por Denis María Reyes

Como cada primer lunes del mes de octubre, desde 1986, y por acato de la resolución 40/202 de la ONU del 17 de diciembre de 1985, los residentes del planeta celebran en esta fecha el Día Mundial del Hábitat, efemérides que más que un momento para pensar en el espacio vital para la existencia, ha de ser para el reclamo de todos los derechos del Hombre.

Dígase un día para luchar porque cada persona tenga un hogar adecuado y con el confort necesario para estar durante el breve tiempo que le toque vivir, pero igual para la lidia porque se acaben las precarias condiciones de vida que lleva a millones de personas a residir en los suburbios de las ciudades, los que existen a montones, a pesar de ser este mundo un lugar donde hay individuos que guardan en sus arcas caudales que ni con mucha vidas podrían disfrutar; ni ellos, ni toda su descendencia.

Igual para defender el derecho a que nadie muera por la falta de un techo que le mitigue la lluvia y el frío; o tal vez le aminore el calor sofocante de los rayos solares que hoy en muchos de los lugares no hay capa de ozono para controlar sus posibles daños. También para que nadie tenga que residir  en partes donde el mar bravío arrase con los míseros trastos de sus cuchitriles, construidos en sus bordes, porque la pobreza solo le alcanza para vivir del sustento que éste le proporciona.

En vez de excavar los suelos para cubrirse de oro o de surcar los aires como buitres hambrientos para adueñarse de las riquezas ajenas, por qué no hacerlo, sí, pero para acabar con la miseria de los pobres del mundo. Matar  la infelicidad, en vez de a la gente, en un mundo que cada vez tiene mayor población, concentrada justamente -según investigaciones- en las regiones de menor progreso.

Concentrar los esfuerzos en la preservación de la biodiversidad, en la atenuación del cambio climático, en la erradicación de las acciones que contaminan el ambiente y propagan las enfermedades pandémicas, forma  parte de la lucha por un medio donde el hombre de hoy pueda habitar con dignidad y preservar la riqueza ambiental para el mañana.

No pocos en el mundo y no pocas instituciones, organismos se preocupan y ocupan por la conservación del hábitat. En ese afán es que se instituyó el Día para la lucha por su preservación. 

Como difunde la ONU “Este año, el Día Mundial del Hábitat cae en el mes en que, según las predicciones demográficas, nuestro planeta ha de alcanzar los siete mil millones de habitantes. El futuro que heredarán las nuevas generaciones dependerá en gran medida de cómo manejemos las presiones contrapuestas del crecimiento demográfico cada vez mayor, la urbanización y el cambio climático”.

De los Gobiernos, las políticas y de nosotros, depende que nuestro Mundo siga vivo, pero para eso hay que globalizar a la par, las enseñanzas, las ciencias y las ideas; la conciencia colectiva e individual, la única manera de desterrar las miserias humanas que están apurando el fin de la existencia humana.

03/10/11

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