martes, 9 de noviembre de 2010

¡SOS! SE QUEMA EL PLANETA

Por Denis María Reyes
denismrg@enet.cu


Nada es eterno y el mundo tampoco, por lo menos ese es mi parecer, criterio sostenido a partir de la lógica de la vida y de las realidades del presente en el que se anda pisoteando todo lo que el entendimiento natural puso a disposición de la existencia humana.

El talento del hombre, cada vez más vasto, se adentra en los senderos de la ciencia y la técnica, pero no siempre para bien de la humanidad, sino por el contrario, para alimentar las ansias de dominio y riquezas, dejando a la zaga los propósitos dirigidos a garantizar su propia vida.
 

Muchos son los desvelos de los científicos y pensadores que ya ven venir el aluvión que ahogará el Planeta y comprometerá el paraíso terrestre del presente y del futuro. El cambio climático es uno de los males que acecha y sólo se revertirá, o al menos se retrasará, con políticas inteligentes. 

Las emisiones de dióxido de carbono lanzadas diariamente hacia la atmósfera están 'enredando' la vida en el mundo. Según informes de connotados científicos la proporción de CO2 en las últimas décadas ha crecido de forma acelerada, lo que ha provocado el aumento del efecto invernadero, el que, en equilibrio –acotan algunos- no es negativo, pero sí el 'caldo de cultivo' para otro mal que daña la vida.


Esclarecen estudiosos del tema, que gracias a que hay gases que conllevan a este resultado en la composición de la atmósfera -dióxido de carbono, vapor de agua, metano, nitrógeno- la energía solar que absorben la tierra y las aguas, no es total e inmediatamente dispersada en el espacio cuando el sol deja de alumbrarnos.

Sin embargo –explican estos científicos- la atmósfera actúa como las 'paredes de vidrio de un invernadero'   y mantiene la temperatura media de la tierra alrededor de los 15º C, condición imprescindible para mantener el balance energético natural que garantiza la permanencia de los seres vivientes sobre ésta.

Así las cosas, queda claro, que la problemática mayor no reside en el efecto invernadero, sino en la alteración de las proporciones existentes, con el incremento de los gases, que varían este, debido, principalmente, a las emisiones crecientes del CO2   .

La quema de combustibles fósiles como el carbón y el petróleo, el metano, el óxido nitroso, los clorofluorcarbonos e hidrofluorcarbonos, el vapor de agua y el ozono, también contribuyen a ese efecto, cuyas emisiones crecen de año en año provocando el exceso de calor en la atmósfera que finalmente reducirá a cenizas a la tierra y a sus seres si el hombre no pone fin a sus desatinos y ambiciones.

Frecuentemente nos alarmamos por los inesperados cambios del tiempo, sin darnos cuenta que, en parte, es justamente la actividad de los hombres la causante de esa variabilidad.

La responsabilidad del efecto invernadero –afirman los eruditos en el tema- está compartida casi en un 50 por ciento entre la deforestación, la emisión de CO2 y demás gases dañinos. Es obvio que la principal culpa del calentamiento global –reitero- es de los humanos.

Algunos científicos se afanan en demostrar que los grandes cambios vienen con el envejecimiento de la tierra; y obviamente no es discutible que el añejamiento lo deteriora todo, pero no por ello podemos desconocer la irresponsabilidad humana, y que, una mala vida, es el 'acelerador' indiscutible de de una muerte prematura.

Es verdad que por causas naturales ha habido importantes cambios terrestres, pero también lo es que si seguimos apretando el dedo sobre la "llaga" el enfermo morirá súbitamente.

El líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, cuando casi culminaba la Cumbre de los G-20, Reflexionaba:

"Mientras en Londres se adoptaban las medidas supuestamente salvadoras, el fantasma del cambio climático se apareció el mismo día en que se aprobaba el acuerdo final del G-20, como una tragedia más grave que la crisis económica.


Un cable de la agencia AFP informaba que: 'Alrededor del 80% del casquete glacial ártico podría desaparecer en una fecha tan próxima como el año 2040, en lugar de perdurar hasta el 2100 como se había estimado antes, de acuerdo a un nuevo estudio científico'".

Huelgan los comentarios: sin embargo, agrego, que de ese Foro mundial vi con buenos ojos, cómo crecerían los recursos para el  Fondo Monetario Internacional hasta 750 000 millones de dólares para enfrentar la gran crisis económica, pero me satisfaría tanto como eso, que igualmente hubiera capital para unir las políticas en defensa de la 'salud' terrestre.

Precisa "apretarse como la plata en las raíces de los Andes",  para hermanados, salvar la humanidad, ya que, con apenas UNO o DOS grados más de calor, el disparo dará en la diana y aniquilará irremediablemente al Planeta, claro, con sus habitantes.

09/11/10

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