Por Denis María Reyes
La imaginación, maravillosas
condición humana, nos traslada al pasado y al futuro, pero con la misma
facilidad permite experimentar sensibilidades malas o agradables; e igual,
avizorar más allá de la propia vida, donde -si me atengo al presente- se me
antoja ver un mundo inerte ¿Es que, acaso con la sangre enferma algún cuerpo
podrá gozar de salud?
Ese cuerpo, al
que ahora me refiero es la Tierra ¿Sus venas? Los ríos, manantiales, arroyos,
muchos de ellos hoy en fase de extinción; y si no, enfermos, a causa de la
contaminación que los hombres ¡tan dependientes de ellos! le inducen, sin
pensar que mañana, ellos mismos, como los otros, van a necesitarlos.
Desde que el
mundo existe no hemos cuidado mucho el agua; y quiero pensar que es porque no vislumbramos
en toda su dimensión la vital utilidad de ese torrente que le irriga ¿Será que
aún no hemos entendido la importancia de ésta para la vida y el propio planeta?
En el mundo –se
anota en informe de las Naciones Unidas- las fuentes de agua potable se agotan
e influyen en ello la poca lluvia, el aumento de la población mundial y las
urbes, así como el incrementado uso doméstico y por parte de las industrias. Es
por esta causa que los expertos en el tema opinan que para 2050 la demanda de
agua registrada superará la existente en más del 50 por ciento.
Según informe de
la UNICEF hoy más de 700 millones de personas tienen dificultades para obtener
agua potable, entonces no es quimérico pensar que el futuro será peor aún, pues
los del ulterior dependerán de lo que le
dejemos los del presente.
El agua será uno
de los siete problemas mundiales críticos para la humanidad –aseguran expertos-;
y de hecho, y no creo que nadie lo dude, representará uno de las dificultades
más graves para los seres humanos.
Cuidar las
fuentes de abasto de agua, lograr su descontaminación, el ahorro y trabajar
para disminuir las causas que provocan la carestía de las lluvias es una
responsabilidad ineludible de los presentes, guardianes indiscutibles de la
“salud” futura del Planeta.
Dentro de 15 años
–certifica informe de la ONU- quizás solamente se pueda disponer del 60 por
ciento del agua necesaria para abastecer a la población mundial ¿Hacen falta
más razones para comprender cuán importante es la lucha por la conservación saludable
del vital recurso? Para el Planeta, para usted y ¡claro que sí! Para el que le
ha de suceder.
La vida de un ser
puede pender de la gota que malgastó, espero que no lleve sobre sus hombros esa
pesada culpa.
21/03/15
No hay comentarios:
Publicar un comentario