Por
Denis María Reyes
Cuando
sentimos el agobio por el calor, la ausencia de lluvia, o sus
excesos; si brotan el fuego, las cenizas, piedras o corrientes de
lava de las profundidades de la tierra; o ésta se sacude y se
agrieta engulléndolo todo, la primera frase que nos asalta es, por
qué ese desenfreno.
Y
aunque conocemos los principios generales sobre la variabilidad de la
materia, igual sabemos que las acciones sobre ésta aceleran los
cambios y con ello, la existencia de cualquier vida,cosa u objeto
¿Duda que alguna vez nuestro Planeta haya sido víctima de estas
alteraciones?
El
clima por ejemplo, aunque no tengo registros de cuán variable fue o
no en épocas remotas, si me consta que en mis primeros años de vida
existía una diferencia bien marcada entre las estaciones del año; y
que en cada una de ellas primaban características bien distintas. En
el hoy, el domingo, 26 de abril, casi se rompió el récord nacional
de temperatura en Holguín, Cuba, con 38,7 grados Celsius, cifra a
solo una décima de la marca establecida en la cercana, e igual
oriental provincia, Granma, un 17 de abril de 1999.
Mas
el día 3 de mayo entrante, transcurridos apenas 8 días con sus
noches, la temperatura podía considerarse agradable. Esto, tras un
período inicial del año bien seco, modificado de repente por
intensos aguaceros en el occidente del país y por unas escasas
lluvias, a veces lloviznas, en otras regiones de la caribeña isla
cubana.
Pero
los que ya “peinamos canas” sabemos el por qué de ese ambiente
tan cambiante. Es que bailamos sobre una cuerda floja, cada vez más
tambaleante e insegura; lo que no es por casualidad, sino porque
seguimos sin asumir responsablemente las metas que han de frenar el
descalabro natural que venimos fomentando milenariamente.
Ya
se ha dicho: todo lo que es mal tratado perece ¿Podrían ser la
tierra y sus recursos una excepción? Indagando sobre qué regula los regímenes de lluvia encuentro que ésta depende de la presión y
humedad atmosféricas y de la temperatura, condiciones que
evidentemente han variado de forma notable, gracias a la actividad
humana. Como es natural, estos, igual, por fuerza se han modificado,
repercutiendo sobre el planeta y todo lo que le concierne.
Versados
en el asunto medio ambiental hoy hablan de una “misteriosa” masa
de agua caliente en el Océano Pacífico. De la misma manera alertan
sobre las nefastas consecuencias provocadas por las perforaciones
hidráulicas (método fracking) en las rocas marinas profundas,
actividad, esta última, utilizada para la búsqueda de petróleo y
gas, con lo que se ha propiciado el incremento de sismos en regiones
aledañas, pues el proceder incide sobre desconocidas placas
tectónicas, multiplicando estos desastres naturales.
El
desenfrenado empeño del hombre por aumentar sus arcas, ya ricas, los
lleva a proyectar su propia destrucción, es que no creo en el
samaritanismo de los explotadores de estos yacimientos, sino, por el
contrario, en su desmedido afán por abultar su propio peculio.
Según
un reporte de Russia Today, en el entorno de la extraña masa de
agua caliente en el área del Pacífico, hasta lo que se sabe, por
desconocidas causas, se ha visto afectada la flora y la fauna; y por
ende, la cadena alimenticia, dado que el clima tiene que lidiar con
una variabilidad entre 1 y 4 grados centígrados por encima de las
temperaturas medias.
El
hombre, por los siglos de los siglos, ha hecho un gran festín con lo
que la Madre Naturaleza le ha prodigado, pero como ocurre con todo
jolgorio desenfrenado, si no pone coto a sus desmanes, no puede más
que esperar funestas consecuencias.
Una
vez más estamos a las puertas de la Cumbre de los interesados en
frenar el desastre ambiental, donde se revisarán otra vez las
políticas que han de regir para detener el cambio climático. Como
tengo fe -como mi Apóstol, José Martí- “en la utilidad de la
virtud, ” espero que prime la inteligencia de los hombres que
tienen el destino de la humanidad en sus manos.
Espero
que esta generación no sea el arquitecto de su propia destrucción
...”tengo fe en el mejoramiento humano.”, no lo digo yo, lo
expresó el Maestro.
15/05/15
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